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A 3500 metros sobre el mar, en el Departamento de Boyacá, organizaciones campesinas e indígenas, apasionadas por el bienestar de su territorio, se encontraron para compartir sus experiencias y conocimientos en torno a la protección y conservación de ecosistemas de páramo y alta montaña.
Aprovechar la experiencia y los aprendizajes que surgieron en la Convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones del GEF y la Gobernación de Nariño, titulada Sur Sostenible (2017), con el fin de reducir la curva de aprendizaje de las organizaciones comunitarias de Boyacá, cuyos proyectos fueron seleccionado en el proceso de la alianza Guardianas de los Páramos (2020) fue uno de los objetivos de este intercambio titulado Col – Col (Colombia le enseña a Colombia), “Comunidades Tejiendo Redes para la Conservación”.
Según Andrea del Pilar Saenz, del colectivo Guaiome, en Monguí, Boyacá,
“Materializar el intercambio fue muy significativo porque es diferente trabajar desde la pantalla a que la gente de Nariño y la misma gente de boyacá venga, vea la experiencia que nosotros estamos teniendo y diga tenemos estos consejos, tenemos estas recomendaciones, se puede hacer de esta otra forma, nosotros lo hacemos así y nos funciona de tal forma… Entonces eso digamos que nos revoluciona mucho y nos da muchas posibilidades para seguir experimentando y trabajando porque de eso se trata el intercambio de hablar de cosas que son diferentes en procesos diferentes y ayudarnos a crecer entre todos”.
Cuenta además que a partir de la primera fase del intercambio, la cual se llevó a cabo en julio de manera virtual, el colectivo Guaiome se fortaleció enormemente gracias a que las organizaciones de Nariño les dieron a entender la importancia de que el proyecto ambiental que están implementando, con el apoyo de Guardianas de los Páramos, se basara mucho más en el tejido social.
“El intercambio virtual Col Col le sirvió un montón al colectivo porque pasábamos por una época muy difícil de resolución de conflictos y la gente de Nariño nos enseñó que para que el proyecto fuera eficiente teníamos que enfocarnos en la gente, en los sentires, en conocernos y reconocernos, en las apuestas individuales, colectivas y ético políticas de la gente más que en el proyecto como tal”.
La fase virtual de este intercambio se realizó durante el mes de julio del presente año y se abordaron temas en torno al fortalecimiento organizativo, la restauración comunitaria y la gestión del agua con enfoque territorial. En el último día, las organizaciones de Boyacá trabajaron en la construcción de planes de trabajo para apropiar los conocimientos adquiridos a sus contextos territoriales.
En la segunda fase de este intercambio, representantes de 7 de 59 organizaciones comunitarias de Nariño y 15 de 37 organizaciones comunitarias de Boyacá hicieron dos recorridos en los que visitaron diferentes proyectos del proceso de Guardianas de los Páramos y compartieron el avance respecto a sus planes de trabajo.
Una de las experiencias visitadas fue la de la finca Agroturística San Delfo en donde Jenny Urbina del Colectivo Mujer Rural – Guardiana Medioambiental, junto a su esposo el señor Delfo, expusieron cómo han hecho para que su granja sea sostenible y amigable con el medio ambiente.
Una de sus estrategias que han utilizado es el sistema de potreros rotativos para garantizar la producción constante de alimento para sus animales y así evitar que los animales suban al páramo. Otra de las estrategias son los sistemas silvopastoriles que sirven para hacer barreras contra viento y conseguir que el pasto crezca más rápido, le dan sombra a los animales, mejoran su nutrición y evitan que las heladas los afecten. A lo anterior, Jenny agrega que es muy importante utilizar la ovinaza y la caprinaza de los animales para abonar el pasto y hacer el proceso de producción de pastos más rápido.
Otra fue en la casa de la señora Luz Marina Ladino, de la organización comunitaria Familia Las Mercedes, un colectivo que alimenta a los niños de su comunidad con productos cultivados en huertas caseras, en invernaderos, y que no utilizan ningún tipo de químico. Ella junto a su compañera Ana María Ladino, están convencidas del pacto tan positivo que estos alimentos sanos han tenido sobre la salud física y mental de los niños.
“Para no usar químicos, mata malezas o insecticidas es sembrar aromáticas y ajos alrededor de los cultivos o del invernadero. Eso produce un olor que no deja entrar mosquitos, ni babosas, ni gusanos ni caracoles y protege mucho las plantas”.
Asegura Luz Marina.
Para finalizar, una gran parte de las organizaciones de Guardianas de los Páramos, contemplan dentro de sus proyectos la adecuación de acueductos comunitarias y la restauración de sus fuentes hídricas. En representación de ellas, miembros del acueducto Chorro Blanco y el acueducto Las Cortaderas expusieron su experiencia y aprendizajes en torno a la gobernanza del agua con enfoque territorial.
Uno de los aprendizajes compartidos alrededor de este tema lo expuso el señor Pedro Castañeda de Chorro Blanco sobre la necesidad de estudiar las leyes y las directrices y de unirse en comunidad para para proteger el agua de las minería de carbón, una problemática ambiental que pone en riesgo el recurso hídrico de miles de boyacenses.
Para el desarrollo de este intercambio se articularon la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia, APC-Colombia, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Programa Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial o GEF, implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD.
El intercambio se desarrolla bajo la metodología Colombia le enseña a Colombia, conocido como Col-Col, modalidad de cooperación intranacional de APC-Colombia, que promueve el desarrollo local mediante el intercambio de conocimiento de las mejores prácticas desarrolladas en un territorio y su posterior apropiación y adaptación en otros contextos regionales del país.
En esta ocasión participaron miembros de la convocatoria Sur Sostenible, una convocatoria del PPD Colombia y la gobernación de Nariño, para contribuir a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, la protección, restauración y manejo del recurso hídrico en Nariño de la mano de 59 organizaciones sociales y grupos comunitarios y Guardianas de los Páramos, una alianza entre el PPD Colombia, la Corporación Mundial de la Mujer y SWISSAID que busca impulsar la participación y el liderazgo de las mujeres rurales, para que ellas incidan y aporten a la conservación, a través del uso sostenible de los ecosistemas de páramo y alta montaña.
Fotos Natalia Gónima y Fotos Juan Fernando Velosa