Fotos por Leonardo Parra
Mujeres indígenas de la Amazonía colombiana, lideresas en la implementación de iniciativas sostenibles en sus territorios, se reunieron en el Encuentro Nacional de mujeres Cuidadoras de la Amazonía, en Subachoque, Cundinamarca.
Las mujeres viajaron desde los Departamentos de Amazonas, Caquetá, Guainía, Guaviare, Vaupés y Putumayo en representación de 69 proyectos que fueron apoyados por esta convocatoria impulsada por el Programa REM Visión Amazonía, en alianza con el Programa Pequeñas Donaciones del GEF-PNUD.
El objetivo de este encuentro consistió en compartir resultados, conocimientos y aprendizajes en torno a la implementación de los proyectos, así como reflexionar sobre el papel de la mujer dentro de los pueblos indígenas y en el cuidado de los bosques amazónicos.
El encuentro comenzó con un tour por stands en donde las mujeres fueron escuchadas por Carlos Eduardo Correa, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible; José Yunis, Coordinador del programa REM Visión Amazonía; Ana Barona, Coordinadora Nacional del Programa Pequeñas Donaciones del GEF-PNUD; Verónica Robledo, delegada de la embajada del Reino Unido y Fanny Cuiro, de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas (OPIAC).
Hacia el final del evento, que duró dos días, las mujeres tuvieron un espacio autónomo en donde elaboraron una declaratoria para resaltar el papel fundamental que cumple la mujer indígena en la conservación de la Amazonia y pedir una mayor participación en la toma de decisiones, en las estructuras de gobierno propio, así como apoyo en sus procesos de liderazgo.
Cuidadoras de la Amazonía es un hito en la región al ser la primera convocatoria dirigida exclusivamente a mujeres indígenas. En mayo de 2020 se presentaron 204 propuestas de las cuales 69 fueron seleccionadas para recibir apoyo técnico y hasta 80 millones de pesos para la implementación de sus iniciativas.
Las propuestas de las mujeres se enfocaron en el fortalecimiento del conocimiento ancestral, la conservación de los sistemas alimentarios tradicionales, los emprendimientos comunitarios y el fortalecimiento de sus capacidades como lideresas.
En el proceso participaron 3500 mujeres de 40 pueblos indígenas, más de 180 mujeres sabedoras y 580 jóvenes y niños. Además de 700 encuentros de transmisión de conocimiento, entre sus resultados están 50 hectáreas en conservación, 100 en procesos de restauración, 110 en chagras o conucos tradicionales (cultivos).
Según María Cristina Durán del pueblo indígena Currupaco, en Inírida:
“La mujer indígena es portadora de todo el conocimiento que nos brinda la selva. Es quien cultiva y prepara los alimentos, educa a sus hijos y prepara la medicina tradicional. Por ende, somos portadoras y transmisoras del conocimiento ancestral y conocemos la interacción que debemos tener con la naturaleza y el respeto mutuo que debe haber para mantener la armonía”.
Al ser la portadora y transmisora de conocimientos y prácticas ancestrales ligadas al bosque como lo son las semillas y sus frutos, las técnicas de cultivo, las funciones de las plantas y la elaboración de utensilios tradicionales y artesanías, la mujer indígena cumple un papel fundamental dentro de los pueblos indígenas y en la conservación y protección de los bosques amazónicos.
Para Zulma Ulcué del pueblo Nasa, en Putumayo, quien ha trabajado temas de violencia de género dentro de la cultura indígena:
“El empoderamiento político de la mujer Nasa tiene una relación directa con el cuidado de la Amazonía. Cuando tenemos una mujer violentada, resulta que nuestra cultura se va perdiendo y cuando perdemos la cultura descuidamos el interés por el cuidado de la madre tierra, entonces nuestro reto es el cuidado de la madre tierra, pero también el cuidado del cuerpo de las mujeres”.
En el encuentro nacional de mujeres Cuidadoras de la Amazonía, las mujeres demostraron que con pocos recursos son capaces de liderar y ejecutar proyectos de desarrollo sostenible en sus territorios, con el fin de mejorar su calidad de vida, la de sus familias y la de sus comunidades
Dentro de los mayores impactos positivos de los proyectos encontramos que las mujeres revalorizaron su papel dentro de los pueblos indígenas y su papel como cuidadoras de la naturaleza al reconocer y visibilizarse como portadoras y transmisoras de los conocimientos y las prácticas ancestrales que han conservado sus bosques, durante miles de años.
La mujeres han mejorado su autoestima al demostrarse que son capaces de implementar un proyecto de principio a fin. Consiguieron desarrollar habilidades de liderazgo y habilidades administrativas para redactar informes, legalizar las compras, hacer equipos de trabajo, cumplir con los tiempos estimados y rendir cuentas claras.
“Las mujeres somos más visibles, este proyecto nos ayudó a empoderarnos para defender el territorio. Ya no somos tan tímidas. Aprendimos a quitarnos el miedo”, dijo una de ellas en uno de los grupos de trabajo, durante el encuentro.
Y es que muchas que antes no se creían capaces de alzar la voz, ahora lideran procesos transformadores que no solo protegen la Amazonía y aportan a la pervivencia de su cultura, sino que mejoran sus condiciones de vida, la de sus familias y las de su comunidad.
Tras la implementación de sus proyectos, sus familias, los líderes y las organizaciones indígenas reconocen el trabajo y capacidad de las mujeres, quienes ahora son más visibles dentro de su comunidad. Han aprendido a trabajar unidas, a respetarse entre ellas, a dialogar para resolver conflictos internos y generar metodologías para que sean más participativas y se genere un mejor flujo de la información.
Cabe mencionar que el empoderamiento de la mujer indígena amazónica se ha dado desde un enfoque de equidad ya que las mujeres nunca han querido sobrepasar las habilidades y el papel que tienen los hombres, sino trabajar colectivamente por el bien común para empezar a aportar significativamente al gobierno propio.
En el encuentro nacional de mujeres Cuidadoras de la Amazonía, las mujeres indígenas de la Amazonía vinieron a comunicarnos que dentro del conocimiento ancestral de su cultura ellas son portadoras y transmisoras de estos conocimientos. Que para cuidar su territorio deben cuidarse a ellas mismas, seguir apoderándose y no perder la esencia de la mujer indígena.
“Estos intercambios de conocimiento son muy importantes porque así fortalecemos nuestra cultura para que no se pierda y siga conservando la selva como lo hemos hecho desde siempre”, afirmó María Selena Suárez, del pueblo Desano, del Vaupés.
Finalmente, las mujeres indígenas amazónicas vinieron a decirle al mundo que son las verdaderas cuidadoras de la Amazonía y que esperan tener nuestro apoyo para seguir alzando sus alas, porque si ellas vuelan, la los bosques de Amazonía estarán protegidos.